Los ordenadores y teléfonos inteligentes se han convertido en oficinas portátiles. Tanto el equipo físico como el contenido debe resguardarse, por lo que es necesario tomar medidas destinadas a protegerlos, tales como contratar seguros para bienes, instalar contraseñas realmente difíciles de adivinar, instalar un sistema de GPS y respaldar la información.
Un ordenador es un equipo para el entretenimiento y a la vez una herramienta de trabajo. Perderla en manos de delincuentes puede generar, además de molestias, riesgos de seguridad muy elevados. Tomar medidas para proteger tanto el equipo físico como los datos que allí se guarden es esencial.
Nadie está exento de ser alguna vez víctima de un robo. Es una realidad, para la cual, lo mejor es prepararse, sobre todo si se trabaja con información sensible, o si se resguarda en dichos equipos electrónicos cierta información personal o laboral, que en manos inadecuadas, puedan generar algún tipo de daño.
Limitar la exposición al riesgo
Los equipos electrónicos, especialmente móviles inteligentes y ordenadores portátiles, son los más buscados por los delincuentes, debido a que son de gran valor y fáciles de trasladar. Una medida efectiva para que un potencial robo no sea una pérdida total, puede ser adquirir un seguro para laptop, lo cual permitirá recuperar parte o toda la inversión, para poder reponer el equipo en caso de extravío o hurto.
Teniendo en cuenta que los portátiles, tablets y móviles son en la actualidad prácticamente oficinas móviles, se entiende que se trate de equipos costosos, de ahí que adquirir un seguro es una forma de resguardar esa herramienta tan esencial. Incluso si se está en otro país, el seguro responderá, siempre y cuando, se lleve el equipo cuando ocurra el robo, estén implicados hechos de violencia o no.
Es aconsejable evitar exponer en exceso los aparatos electrónicos de alta gama en sitios de riesgo. Entre los lugares donde es más frecuente que se extravíen o roben los aparatos electrónicos están las estaciones de trenes, los aeropuertos, restaurantes, centros comerciales, zonas públicas y hoteles.
En estos sitios es preferible no hacer evidente que se llevan estos aparatos, y en el caso de tener que sacarlos, es imperativo procurar que sea en áreas seguras y que exista personal de seguridad cerca. Jamás se deben dejar fuera de la vista si no se están utilizando.
En caso de viajes
Contar con un seguro de objetos personales, obviamente, no impedirá un robo, sin embargo, permitirá recuperar la inversión para reponer el equipo o bien sustraído. Esta medida con el fin de asegurar el portátil, es indispensable en caso de viaje, pues el riesgo de hurto o extravío de equipaje aumenta.
La cobertura de un seguro de viajes incluye la recuperación de documentos personales, emergencias médicas e inconvenientes durante el viaje, gastos por cancelación del viaje, Responsabilidad Civil en el extranjero, y por supuesto, el robo del equipaje. Lo más apropiado cuando se viaja es llevar el portátil y cualquier equipo electrónico en el equipaje de mano, para no perderlos de vista. Utilizar bolsos discretos para trasladar estos aparatos de la manera más protegida posible. Durante los viajes es aconsejable estar atento ante los trucos que emplean los delincuentes, para no ser una víctima.
Un ejemplo de ello, si se sufre alguna mancha o percance con la ropa, no se debe dejar que ninguna persona desconocida ayude, ya que algunos ladrones utilizan esta acción de arrojar algún líquido colorante para generar confusión y cometer el robo.
Los maleantes también aprovechan situaciones de aglomeración, peleas o tumultos repentinos para arrebatar las carteras, bolsos o móviles. Lo mejor es alejarse de esas situaciones tranquilamente, estar atento a cualquier movimiento raro.
Tácticas para minimizar los daños
Además de los seguros, existen varias estrategias que pueden ayudar a reducir los efectos de la pérdida o el robo de los aparatos electrónicos, como puede ser: guardar siempre la factura, así como ciertos datos, como el número de serie del equipo, lo que permitirá denunciar el hecho y mostrar que es de tu propiedad, en caso de que aparezca.
Es aconsejable identificar el portátil con alguna pegatina, o bien, el bolso protector con la información del propietario y las formas de contacto. Esto en el caso de equipos extraviados que caen en manos de personas responsables, quienes podrían buscar la manera de devolverlos.
La mayoría de las empresas de alta tecnología ofrecen sistemas de seguridad integrados en sus dispositivos electrónicos: lector de huella digital, bloqueo por contraseña, autenticación biométrica, localización por GPS, entre otros recursos. Lo más recomendable es mantenerlos activos, aprovechar estas herramientas en caso de extravío, para que el ladrón no pueda usar el aparato y extraer tus datos.
Es esencial establecer contraseñas fuertes y de gestión únicas para la cuenta del administrador del equipo. Otra alternativa es habilitar un software con sistema antirrobo, que no deje que el equipo se encienda sin claves y se pueda acceder al material allí guardado.
Datos infranqueables
No perder la información es la otra gran preocupación que genera el extravío o hurto de un portátil. Es vital contar con el respaldo de los archivos más relevantes, puede ser en la nube, con un pendrive o mediante servicios de almacenamiento en línea. En cada caso, lo mejor será ubicar los datos sensibles en carpetas cifradas y tener los códigos en secreto.
En el caso de los equipos electrónicos, el robo del equipo físico no es el único riesgo. Muchos delincuentes roban también datos e información para utilizar en estafas, robos en línea y otras acciones irregulares.
Para mantener los datos personales protegidos, es imperativo mantener actualizado el antivirus del equipo, evitar descargar archivos de procedencia dudosa, cambiar de forma periódica las claves, sobre todo las bancarias, y utilizar redes de Wifi seguras.
Cualquier persona es susceptible de sufrir el robo de información personal. Los ciberdelincuentes cuentan con muchas tácticas para acceder a los datos de las personas, bien sea para hackear, robar dinero de cuentas e incluso para el espionaje empresarial. El uso de una VPN o redes privadas, software antispyware, cortafuegos y antivirus, pueden ayudar mucho a evitar los ataques, pero también deben ir acompañados del sentido común.
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